Cuanta falta nos haces Coco querido, un Maradona en esta selección

No hay comparaciones, ni en el médico ni el jugador o el otro médico y hoy seguro estaría manejando el seleccionado de nuestros excelentes médicos como el mejor capitán y jugador ante esta pandemia, y lo importante que es tener un capitán de ese tipo, con esa sabiduría, templanza y la tranquilidad con la que tomaba los casos, y a su larga edad, la ciencia no pasaba por encima. charlaban de todo, las visitas al consultorio de mi Doctor Patelli, así decía el flaco, mi viejo…El Cimarrón, son esas que no se comparan con nada, los que siguen después de mi, que esperen. Por las ramas como trepan los monos, así se iban ellos, saltando de un tema al otro, cada uno con su titulo, el de medico y el de tornero, que cualquier trabajo que vieras de los dos, sabias que ellos habían tocado ese paciente o esa pieza. Lo que le recetaba el Coco, era palabra santa, y el otro le daba justo en la tecla, porque le conocía el cuerpo y los síntomas de memoria, y seguro que la consulta para rendir mas no faltaba. Mi viejo le prometió, delante mio, que el día que falte, si todavía estaba y sino yo, en su despedida le iba a decir el verso. Y así fue, aquel 24 de Julio de 2014, cuando al Tata le falto un Señor Doctor, se lo llevo. En su despedida en el cementerio local, El Cimarrón, le recito su verso contándole al pueblo que se había ido su medico el que lo saco varias veces adelante y a quien por muchos años le entrego su cuerpo y alma. Al finalizar se abrazo a su ataúd y se desahogo llorando por el hombre que fue. Hoy se cumplen seis años de su partida…Se acordaban?. Porque de poetas y de locos, todos tenemos un poco. Y ellos lo cumplian a raja tabla. Al Doctor Juan Carlos Patelli.

Querido doctor Patelli

Patelli, nombre sagrado,

Sos gloria de nuestro pueblo,

Que cuando todos lloramos

Vos supiste consolarnos.

Zona rural mi doctor,

Igual que el gran Favaloro,

Entre escarchas y entre el lodo,

Nunca pensaste en el oro.

Y de vos tengo la imagen,

Con tu perrito en la plaza,

Quien sabe que le dirías

Cuando con el caminabas,

Seguro le preguntabas

Porque te decían “el loco”,

Quiero que sepas doctor, y con mayúscula,

Que incomprensible, son genios y locos.

Como querrá a nuestro pueblo

Con lo que a mí me encargo

Y que si estoy vivo yo,

Las cenizas de su cuerpo

Desparramen en esta plaza,

Para descansar mejor.

Y de arriba, de muy alto,

Cuando mires para abajo,

Veras que plantas machorras florecerán.

Mi doctorcito querido,

Siempre fuiste solución

Y en el último pial que tiro

Te abrazo de corazón.