Decisión

Aquel día se presentaba como un día más. El cielo encapotado mostraba una tonalidad
negro-azulada y ya caían algunas gotas presagiando la lluvia inminente. Fuertes truenos
rugían amenazantes y plateados relámpagos surcaban el aire como queriendo cortar el cielo
en dos.
Ana y Juan, sentados frente a la ventana, observaban calladamente el crecer de la
tormenta, en ese apacible atardecer de verano en Cherrapunji, una pequeña localidad de
la India donde llovía los 365 días del año.
Las manos de Ana y Juan estaban juntas. Ana y Juan estaban juntos. Ana y Juan se
amaban, y en el silencio del momento, sus dedos se apretaban fuertemente tratando de
unirse un poco más si es que esto era posible.
Un trueno un poco más fuerte que los demás, y un chaparrón inmediato, descargaron
de pronto su furia en un arrebol mezclado de luces y sombras producidas por el
relámpago. El susto de Ana y Juan, fue unísono y el grito de Ana sonó en el silencio como
un latigazo: -No Juan!, te quiero mucho, pero esta vez, yo no saco la basura.
…
Probablemente existan una Ana y un Juan en ese distrito de East Khasi Hills, estado de
Megalaya aunque seguramente esta historia no sea real. Pero como es cierto que en ese
lugar llueve todos los días, digamos que si no pasó de verdad, después de todo, esto
puede pasar hasta en un cuento.