Dios solidario
Hoy te vengo a pedir Diosito mío
me tiendas una mano,
yo te sé solidario y Padre amante
no vas a abandonarme en el camino.
Necesito paciencia y más paciencia,
palabras que me digan el motivo
¿Por qué si somos todos hijos tuyos
a veces el dolor nos acorrala?
Necesito que me des una sonrisa
una palabra, una señal, un guiño.
Dame aguante Señor,
que no flaqueen mis fuerzas,
que el cansancio no me venza.
Necesito saber que me acompañas,
que el pan que amaso tenga gusto a gloria
que mis palabras nunca hieran, amen.
En cambio yo te ofrezco Señor mío
muy poca cosa…
Mi corazón que no conoce envidia,
Mis manos que al trabajo dignifican
y un pedazo de pan, siempre en mi mesa.
Autor: Mabel Nanci Mattos
Foto: freepik.es
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.